Los recursos hídricos, energéticos y alimenticios, están íntimamente relacionados.
El agua, la energía y los alimentos son recursos esenciales e interrelacionados para la vida y para el desarrollo sostenible de nuestras comunidades; la intervención en uno de éstos 3 recursos, tiene un impacto significativo en los demás.
Por ejemplo, actualmente todos los continentes están sufriendo algún tipo de estrés relacionado con uno o dos de éstos recursos, y las presiones sobre los mismos seguramente se intensificarán a mayor escala en los próximos años.
Algunas proyecciones indican que la demanda de agua, energía, y alimentos va a incrementar de forma significativa en las próximas décadas. Según la OCDE, se espera que la producción de alimentos se incremente en un 60 % para el 2050, se prevé que el consumo mundial de energía crecerá en un 80 % y se estima que el total de las extracciones globales de agua aumentarán en un 55 %.
Satisfacer estas demandas será un reto mayor debido al acelerado aumento de la población, el desarrollo económico, la urbanización, y los efectos derivados del cambio climático.
Ahora bien ¿Cómo es que los recursos hídricos, energéticos y alimenticios están relacionados?
Por ejemplo, el agua es necesaria para el abastecimiento del servicio público (servicio de agua potable), para el desarrollo agrícola en sistemas de riego y temporal, uso pecuario, y para uso industrial.
Al mismo tiempo, el agua es esencial para los sistemas de producción de energía eléctrica, hidroeléctrica, producción de biocombustibles y servicios de enfriamiento en centrales nucleares y geotérmicas, además es altamente usada en el proceso de extracción de combustibles fósiles (carbón, gas natural, petróleo, gas de esquisto etc.) y en la industria minera.
Por otro lado, la energía es indispensable para el tratamiento, purificación, desalinización y bombeo del agua a las urbes, para el bombeo de agua en los sistemas de riego agrícola, así como para la industria de producción de alimentos. Finalmente, la industria del alimento es una actividad inherentemente necesaria para el desarrollo económico y social de un país.
Agua, energía y alimentos en América Latina y el Caribe.
La región de América Latina y el Caribe, cuenta con una ventaja comparativa natural que es indispensable aprovechar para el desarrollo económico de nuestros países. Sin embargo, el desarrollo sobre la base de estas ventajas (abundantes recursos hídricos, fuentes energéticas y tierras para la producción agrícola) requiere ser sumamente cuidadoso para hacerlo de forma sostenible en el largo plazo.
En el pasado, la planificación, regulación y gestión sobre el uso de estos recursos se había realizado por separado creando barreras entre los mismos.
Actualmente, la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) ha desarrollado un enfoque para evaluar y gestionar estos 3 recursos a manera de establecer metas globales de desarrollo, tales como la seguridad alimentaria y la sostenibilidad en el uso y gestión de la energía; y, el suministro de agua.