El agua y la energía están vinculadas entre sí. Se utiliza agua en los procesos de generación de energía eléctrica y se usa energía eléctrica para extraer, potabilizar y distribuir agua corriente a la población. Ahorrar en el consumo de agua implica un ahorro importante de energía. Esta Hojita trata sobre nuevas perspectivas y nuevos desafíos relacionados al nexo agua-energía.
El agua potable y la energía son fundamentales para el desarrollo humano. La eficiencia conjunta en el uso del agua y de la energía es imprescindible por su íntima vinculación con el cambio climático, ya que el uso del agua requiere del consumo de energía, que implica la emisión de gases de efecto invernadero, que alteran el clima. Esto último modifica el régimen de lluvias disminuyendo la calidad del agua disponible y consecuentemente aumentando los requerimientos energéticos para su extracción. Se profundiza así este círculo vicioso.
El concepto entonces de nexo agua-energía ha surgido en la literatura para explicar, analizar y comprender las complejas interacciones entre estos sectores. Analizarlos en conjunto nos ayuda a una planificación integrada y eficaz con soluciones a corto, mediano y largo plazo. Si ahorramos agua también estamos ahorrando energía.