Las Naciones Unidas estiman que 2.500 millones de personas carecen de acceso a saneamiento mejorado y alrededor de 1.000 millones practican la defecación al aire libre.
El estado del saneamiento constituye un poderoso indicador del desarrollo humano en cualquier comunidad. El acceso al saneamiento genera beneficios a muchos niveles. Estudios realizados en varios países demuestran que la manera en que se eliminan los excrementos humanos es determinante en la supervivencia infantil; la transición de un sistema de saneamiento no mejorado a uno mejorado reduce la mortalidad infantil en una tercera parte. El saneamiento mejorado también conlleva ventajas para la salud pública, los medios de vida y la dignidad de las familias y las comunidades.
La meta 10 de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (OMD) pretende reducir a la mitad el número de personas sin acceso a agua potable y a servicios básicos de saneamiento para el año 2015. El mundo no alcanzará la meta del saneamiento fijada en un 75% de cobertura y, si persiste el ritmo actual de progreso, no se alcanzará por 500 millones de personas. A no ser que se acelere el ritmo de cambio en el sector del saneamiento, la meta del ODM no se alcanzará hasta 2026.
¿Qué es el saneamiento básico?
Saneamiento básico es saneamiento mejorado; instalaciones que aseguran una higiénica separación de los excrementos del contacto humano. En esta categoría se incluyen:
- Inodoros o letrinas que vierten a un sistema de alcantarillado, a una fosa séptica o a una fosa de pozo simple.
- Pozo negro mejorado con ventilación.
- Pozo negro con losa.
- Sistema de inodoros secos