La Tragedia de la Laguna de Zumpango: De Oasis a Desierto

La Laguna de Zumpango, un tesoro natural en el Estado de México, ha sufrido una transformación dramática en los últimos años. Este cuerpo de agua, que alguna vez cubrió más de 800 hectáreas y era un punto de recreación para cientos de personas diariamente, se ha convertido en un desierto árido. Lo que antes era un vibrante ecosistema acuático ahora es un paisaje seco y desolado, con profundas implicaciones tanto ecológicas como sociales.

Hasta septiembre de 2018, la Laguna de Zumpango se mostraba casi llena en su totalidad. Sus aguas no solo ofrecían un refugio para la fauna local y una fuente de sustento para los pescadores, sino que también eran un lugar de esparcimiento para los habitantes de la región. Era común ver a entre 100 y 200 personas al día disfrutando de paseos en bote, pescando o simplemente apreciando la belleza natural del lugar.

El declive de la laguna comenzó a notarse a finales de 2023. Una plaga de lirios acuáticos, combinada con el cierre de los caudales que alimentaban la laguna, creó condiciones propicias para el desarrollo de incendios. Los lirios, aunque inicialmente parezcan inofensivos, pueden crecer de manera explosiva, cubriendo grandes áreas de la superficie del agua. Esto impide la entrada de luz solar, lo que afecta a las plantas acuáticas nativas y altera el equilibrio del ecosistema.

Además, el cierre de los caudales que alimentaban la laguna redujo significativamente el flujo de agua fresca, esencial para mantener la laguna llena y saludable. Esta combinación de factores provocó que el nivel del agua descendiera rápidamente, exponiendo el lecho de la laguna a la sequía y convirtiéndola en un terreno propenso a incendios.

La desecación de la Laguna de Zumpango ha tenido un impacto devastador en la biodiversidad local. Las aves migratorias que solían descansar en sus aguas han desaparecido, y las especies de peces que habitaban la laguna han visto reducidos sus números drásticamente. La flora y fauna que dependían de este hábitat se han visto gravemente afectadas, alterando el equilibrio ecológico de la región.

Desde un punto de vista social, la transformación de la laguna también ha tenido consecuencias significativas. Las actividades recreativas que solían atraer a visitantes y fomentar la economía local han desaparecido. Los pescadores, que dependían de la laguna para su sustento, se han visto obligados a buscar nuevas fuentes de ingreso. Los recuerdos de los paseos por la laguna y las jornadas de pesca ahora solo viven en la memoria de quienes alguna vez disfrutaron de sus aguas.

La situación de la Laguna de Zumpango es un recordatorio de la fragilidad de nuestros ecosistemas y de cómo las actividades humanas pueden tener consecuencias imprevistas. Sin embargo, también es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de la conservación y la gestión sostenible de los recursos naturales.

Es crucial que se tomen medidas para intentar revertir el daño causado y restaurar la laguna, la recuperación puede ser un proceso largo y desafiante, pero con esfuerzo y compromiso, es posible devolverle la vida a la Laguna de Zumpango y preservar este valioso recurso natural para las futuras generaciones.

Con el compromiso y la colaboración de empresas, gobierno y, sobre todo con el apoyo de la sociedad; podemos trabajar juntos para cuidar, tratar y limpiar el recurso natural más valioso que tenemos y asegurar un futuro más sostenible para todos…

¡Ayúdanos a seguir tratando bien al agua!