Las plantas de tratamiento, también llamadas depuradoras, son instalaciones que tienen como fin eliminar los contaminantes presentes en el agua que proviene del uso humano.
Su función específica, consiste en tratar y transformar el agua, retirando los contaminantes o elementos tóxicos de este líquido, que dañan a las personas y a la naturaleza.
Las plantas de tratamiento, ofrecen 3 beneficios principales, mismos que te daremos a conocer a continuación.
Agua saludable
Como bien sabemos, el agua y el saneamiento son uno de los principales motores de la salud pública.
Para garantizar el acceso al agua salubre, se necesita de sistemas como las plantas de tratamiento de aguas residuales, para realizar la limpieza del agua y eliminar virus, bacterias y agentes nocivos que atentan contra nuestra salud.
Las plantas de tratamiento de agua residual pueden remover hasta un 90% de los contaminantes presentes en el agua, y llegan a generar una mejor calidad de agua, que la que nos proporciona el servicio municipal.
Ahorro de dinero
El agua, al ser tratada, podrá ser reutilizada por muchos años y destinada para diferentes actividades humanas: como la agricultura, el riego de jardines, reúso en baños, en la industria, entre otras.
Hay incluso plantas de tratamiento que incluyen sistemas de purificación que logran que el agua residual llegue a ser potable y para consumo humano. El agua generada por estos sistemas, puede ser utilizada en baños, lavamanos, albercas, regaderas, etc.
Un ejemplo de estos sistemas tan completos, es la Ultrapurificadora de la empresa Aclara.
Si bien es cierto, los sistemas de tratamiento de agua requieren de una fuerte inversión inicial. Sin embargo, a largo plazo, el beneficio se ve reflejado en una reducción de costos, ya sea en la transportación de este líquido o en el pago anual por consumo de agua.
Cuidado del medio ambiente
Las plantas de tratamiento de agua residual son importantes para todos los seres vivos, no solo para el ser humano.
El proceso que recibe el agua contaminada en estas plantas tratadoras, ayuda a que este recurso pueda regresar a ríos, mares o lagos sin ningún contaminante que ponga en peligro la vida de los animales o la salud de las personas.
El tratamiento que se le da al agua elimina bacterias y virus u otros agentes contaminantes, permitiendo así la preservación del agua y de la vida en nuestro planeta.